Problemas de electricidad en el hogar y cómo atenderlos

Si hay un servicio que nos brinda importantes utilidades y nos permite disfrutar de excelentes comodidades, es justamente el eléctrico. Así, los problemas de electricidad en nuestros hogares suelen afectarnos en varios sentidos, ya que dependemos de esta forma de energía para gran parte de las actividades diarias.

Hoy en día, es difícil imaginar nuestras vidas sin refrigeración e iluminación artificial, por mencionar lo más básico. Pero, en realidad, nuestro uso de la energía eléctrica sobrepasa lo simplemente funcional para aportarnos un sinfín de prestaciones para nuestro confort.

Cada vez más, a nuestras casas se incorporan artefactos cuyo objetivo es facilitar las tareas domésticas (¿se te ocurre un ejemplo mejor que una lavadora?). Tampoco podemos dejar de mencionar los aparatos que nos brindan higiene (refrigeradores, aspiradoras) y confort (equipos de climatización, televisores). ¿Y cómo dejar por fuera las telecomunicaciones? ¿Te imaginas qué sería de la telefonía celular, favorita indiscutible, sin electricidad?

En fin, es casi imposible negar que el confort contemporáneo depende casi absolutamente de la energía eléctrica. Por eso nos resulta tan molesto que algún problema de electricidad nos impida disfrutar de esta normalizada comodidad.

Precaución, aliada de la electricidad

Para evitarte no solamente incomodidades, sino también peligros relacionados con el funcionamiento de las instalaciones eléctricas de tu hogar, en este artículo te ofrecemos una lista de 5 problemas de electricidad que son comunes en los hogares y cuál es la manera de solucionarlos.

No obstante, queremos hacer énfasis en que las reparaciones eléctricas de cualquier envergadura tienen un riesgo que hay que asumir con mucha precaución y medidas de seguridad.

El manejo de la electricidad implica mucha responsabilidad directa e indirecta. Por una parte, la persona que trabaja debe asegurarse de cumplir con las normas de seguridad que garanticen el resguardo de su integridad física (desconexión de la fuente de energía, herramientas adecuadas, entre otras). Asimismo, debe avalar que la reparación realizada sea óptima y no cause nuevos riesgos (como incendios o descargas eléctricas).

Hecha nuestra recomendación de anteponer la precaución y la atención de los problemas de electricidad por parte de los profesionales, pasamos a la información prometida.

5 problemas eléctricos y cómo solventarlos

1.   Cuando se va la luz

A medida que se inventan artefactos que nos facilitan los quehaceres, va creciendo el número de equipos eléctricos en nuestros hogares.

Aunque en general los aparatos de nueva generación tienen una gran eficiencia energética y no suelen consumir demasiada energía, si se suman los suficientes, el consumo podría sobrepasar la potencia eléctrica contratada con nuestro proveedor.

Cuando esto sucede, se produce la desconexión del breaker diferencial, un interruptor electromecánico que se incorpora en las instalaciones eléctricas para prevenir accidentes y sobrecalentamiento.

Si ves que el problema se presenta en tu casa (o solo en una parte de tu casa), maneja la posibilidad de contratar una mayor potencia eléctrica, acorde con tus niveles de consumo de electricidad.

También puedes promover en tu familia el buen hábito de desconectar los aparatos que no estén siendo utilizados.

Con ello evitarás no solo la caída del breaker, sino también el desperdicio de energía y dinero, pues cuando mantienes en funcionamiento equipos eléctricos sin necesidad, terminas pagando por una energía que en realidad no estás disfrutando.

2.  Cuando un artefacto que funciona, no funciona

En ocasiones, un aparato se burla de nosotros negándose a funcionar cuando tocamos el botón correspondiente.

Sí que es posible, por supuesto, que el artefacto se haya descompuesto. Pero antes de enviarlo a servicio técnico, comprueba simplemente que esté correctamente enchufado o que el mismo enchufe funcione.

Esto, que parece un chiste, es un descuido más común de lo que podría pensarse. No es en vano que los manuales de instrucciones incluyen entre los primeros puntos el risible: «Compruebe que el aparato está conectado a una fuente de electricidad».

Otro motivo de la negación a funcionar puede ser el estado del cable, que en ocasiones se «parte» y necesita mantener una posición específica para hacer contacto. Si es este el caso, habrá que sustituirlo.

3.  Cuando un tomacorriente funciona solo de vez en cuando

Si notas que los equipos conectados en cierto tomacorriente funcionan solo «cuando quieren», debes revisar ese punto, pues está averiado.

Bien sea porque tenga muchos años, haya sido realizado con materiales no idóneos o se haya aflojado por el uso, el mal estado de un punto de conexión eléctrica puede ser el foco de problemas graves, como chispas que generen un incendio.

Por otra parte, el prendido‑apagado constante puede aumentar el monto de tu factura eléctrica, pues hay equipos que para «arrancar» elevan su consumo de energía; por ejemplo, refrigeradores y aires acondicionados.

4.  Cuando cambiar un bombillo no es tan sencillo

«Más fácil que cambiar un bombillo» es un dicho popular que no siempre es cierto.

En el caso de los bombillos de rosca, esos «de toda la vida», la mayoría de las veces su recambio efectivamente requiere solo desenroscar el quemado y enroscar el nuevo. Pero hay un paso importante que no siempre se cumple: la desconexión de la lámpara durante el proceso.

Hacerlo garantiza no recibir una descarga eléctrica. Además, evita el pequeño sobresalto que algunas personas sienten cuando una bombilla se enciende durante su instalación (y que a veces evita que se ajuste correctamente).

5.  Cuando hay un cortocircuito

Los cortocircuitos se cuentan entre los problemas eléctricos más comunes en los hogares. Suceden cuando dos cables de polaridad opuesta chocan y la resistencia del circuito se anula. Este fenómeno provoca que aumente la temperatura y el cable se funda.

Su causa está en el vencimiento o degradación de los recubrimientos aislantes o cuando hay sobrecarga eléctrica en una zona de la vivienda.

Los cortocircuitos requieren el cambio del cable o la sustitución de la zona afectada. Para hacerlo, lo primero es desconectar la entrada de electricidad, asegurarse de que los materiales de reemplazo (conductores y aislantes) tengan el calibre y calidad adecuados.

La contratación de un electricista profesional en estos menesteres es, sin embargo, nuestro consejo más importante.

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