Uno de los problemas más comunes al intentar encender un aire acondicionado es que simplemente no responde. No importa cuántas veces presiones el botón del control remoto o del panel: el equipo no prende. Este inconveniente puede generar incomodidad, especialmente en días de calor extremo o frío intenso, cuando más necesitas del sistema.

En este artículo te explicamos las razones más frecuentes por las que un aire acondicionado no enciende y cómo solucionarlas paso a paso. Muchas veces no se trata de una falla grave, sino de algo sencillo que puedes revisar por ti mismo antes de llamar a un técnico.

Revisa lo básico: conexión eléctrica y fuente de alimentación

Antes de pensar en una falla del equipo, lo primero que debes comprobar es si el problema está en el suministro eléctrico.

¿Está el aire acondicionado conectado?

Aunque parezca obvio, es común que el equipo esté desenchufado, especialmente en instalaciones portátiles o si ha habido trabajos eléctricos recientes. Asegúrate de que el cable de alimentación esté bien conectado tanto al equipo como al enchufe.

Verifica si hay corriente en el enchufe

Puedes hacer esta prueba conectando otro electrodoméstico al mismo enchufe. Si el otro dispositivo tampoco prende, es posible que el problema esté en el tomacorriente, el disyuntor o la instalación eléctrica.

En algunos casos, un corte eléctrico temporal o una caída de tensión puede haber provocado que el equipo se apague como medida de protección.

Revisa los interruptores o fusibles

Algunos aires acondicionados están conectados a un circuito eléctrico específico con su propio disyuntor o fusible. Si el disyuntor se disparó o el fusible se fundió, el equipo no recibirá energía.

Si este es el caso, restablece el disyuntor. Si vuelve a dispararse, no intentes forzarlo: llama a un electricista para evitar riesgos mayores.

Control remoto o panel: ¿están funcionando correctamente?

Una razón muy común por la que el aire acondicionado no prende es que el problema está en el control remoto y no en el equipo.

Cambia las pilas del control remoto

Las baterías del control pueden agotarse sin que te des cuenta. Si al presionar los botones no ves que se enciende el panel o la pantalla del control remoto, cambia las pilas por unas nuevas.

Revisa si el control remoto envía señal

Algunos controles tienen una pequeña luz infrarroja que puedes verificar con la cámara de tu teléfono móvil. Apunta el control hacia la cámara, presiona un botón y observa si aparece una luz en la pantalla del teléfono. Si no ves nada, el control está dañado o necesita baterías nuevas.

Usa el botón de encendido manual

Muchos modelos de aire acondicionado tienen un botón de encendido físico en la unidad interior. Este botón permite verificar si el problema está en el control remoto o en el equipo en sí. Si el aire prende desde ahí, el control es el culpable.

Fallas en el sensor o en la tarjeta electrónica

Si el aire acondicionado está conectado y el control funciona, pero aun así no prende, es posible que el problema esté en algún componente interno.

Sensor receptor dañado

El sensor de recepción infrarroja del equipo puede fallar con el tiempo. Si el equipo no recibe la señal del control, no se encenderá. Esta pieza se puede reemplazar, pero requiere la intervención de un técnico.

Falla en la tarjeta electrónica (placa de control)

La tarjeta electrónica es el “cerebro” del equipo. Controla todas sus funciones y responde a las órdenes del control remoto o del botón manual. Si esta placa falla por una sobretensión eléctrica, humedad o desgaste, el aire acondicionado no prenderá.

Cuando la placa está dañada, a veces se escuchan clics o luces parpadeantes, pero el equipo no arranca. Este tipo de reparación debe realizarla un técnico especializado.

Condensador o capacitor averiado

Los condensadores eléctricos almacenan energía para dar el impulso inicial al compresor y al ventilador del aire acondicionado. Si uno de estos componentes está dañado, el equipo no podrá arrancar correctamente.

Este tipo de falla es más común en equipos que ya tienen varios años de uso o que han estado expuestos a variaciones de voltaje. El diagnóstico y cambio del condensador debe hacerlo un profesional.

Fallas por sobrecalentamiento o protección automática

Algunos aires acondicionados modernos cuentan con sistemas de protección que impiden el encendido si detectan problemas en la presión del gas, sobrecalentamiento, falta de limpieza o fallos en el ventilador.

Filtro sucio o evaporador bloqueado

Si el filtro de aire está saturado, el flujo de aire puede ser insuficiente y el sistema se protege apagándose. Esto también puede pasar si el evaporador está congelado o lleno de polvo. Limpia los filtros y deja que el equipo repose por al menos 30 minutos antes de volver a encenderlo.

Presión del gas refrigerante

Cuando hay una fuga o falta de gas refrigerante, el equipo no arranca para evitar dañar el compresor. Esta falla solo puede detectarse con herramientas especiales, por lo que requiere revisión técnica.

Señales de que necesitas llamar a un técnico

Hay situaciones en las que lo mejor es no forzar el equipo y contactar a un servicio técnico profesional:

  • El equipo no enciende después de revisar todos los pasos anteriores.
  • Se escuchan chasquidos, zumbidos o clics, pero no arranca.
  • Se prenden luces parpadeantes en el panel.
  • El equipo prende por unos segundos y se apaga solo.
  • Huele a quemado al intentar encenderlo.
  • El disyuntor se dispara cada vez que lo enciendes.

Un técnico puede abrir el equipo, medir voltajes, revisar los componentes electrónicos y detectar fallas que no son visibles a simple vista.

Consejos para evitar que el aire acondicionado deje de encender

Prevenir es siempre mejor que reparar. Con una rutina básica de mantenimiento puedes evitar que el equipo presente este tipo de fallas:

Limpia los filtros regularmente

Hazlo al menos una vez al mes si usas el aire con frecuencia. Esto mantiene un buen flujo de aire y reduce el esfuerzo del motor.

Protege el equipo de subidas de tensión

Usa un regulador de voltaje o protector contra picos eléctricos. Esto ayuda a cuidar la tarjeta electrónica y otros componentes sensibles.

Evita que se acumule humedad interna

Antes de apagar el equipo al final del día, déjalo funcionando unos minutos en modo ventilador. Esto ayuda a secar el interior y evitar la formación de moho.

Realiza mantenimiento preventivo anual

Un técnico puede revisar el nivel de gas, limpiar los serpentines, comprobar la tarjeta y asegurar que todo funcione correctamente. Esto prolonga la vida útil del equipo y reduce el riesgo de fallas inesperadas.

Conclusión

Si tu aire acondicionado no prende, no entres en pánico. Muchas veces el problema se puede solucionar con una simple revisión del enchufe, las pilas del control o los filtros. Sin embargo, si el equipo sigue sin responder después de revisar estos puntos, lo más seguro es que se trate de un componente interno que requiere atención técnica.

Comprender las posibles causas por las que el aire acondicionado no prende es clave para actuar con rapidez y evitar daños mayores. Recuerda que un mantenimiento regular y el uso adecuado del equipo son la mejor manera de evitar estos inconvenientes.

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Juan Corrales
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